
El coordinador de la Unidad de Innovación Docente y TIC de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), Mg. Deyvi Cordero, y el docente del Departamento de Ciencias Humanas, Mg. Diego Portillo, participaron en el III Simposio de Innovación Educativa de AUSJAL 2025, realizado en Río de Janeiro, Brasil; con el apoyo del Vicerrectorado de Investigación (VRI) y la oficina de Desarrollo de la Investigación (DI). Al evento también asistió el rector, Rafael Fernández Hart, SJ.
En este espacio, el Mg. Deyvi presentó la ponencia “IA con sentido: formación ética y pedagógica en la educación superior”, reconocida como una de las mejores buenas prácticas en innovación educativa por su propuesta de integrar la inteligencia artificial en la educación desde un enfoque humanista, crítico y responsable.
Una propuesta de IA con enfoque ético y humanista
La presentación destacó que la IA no debe entenderse solo como una herramienta de automatización, sino como un recurso capaz de transformar el aprendizaje, fortalecer el rol docente y fomentar competencias críticas y éticas en estudiantes. Su propuesta “IA con sentido” plantea una formación que combine práctica, reflexión humanista y políticas institucionales para un uso responsable, articulada desde el aprendizaje activo, el constructivismo social y el paradigma pedagógico ignaciano.

Entre sus principales conclusiones, subrayó que la IA usada con sentido potencia la autonomía, evita riesgos como la dependencia tecnológica o el plagio, y contribuye a formar ciudadanos críticos, inclusivos y capaces de responder a los retos de la era digital.
Aporte desde el enfoque ignaciano

De manera virtual, el Mg. Diego Portillo participó en la mesa de Tutoría, Mentoría y Desarrollo Personal, donde presentó la ponencia “Diseñar, gestionar y evaluar proyectos centrados en la persona». En su exposición abordó la relevancia de desarrollar iniciativas educativas con enfoque humanista, fundamentadas en la pedagogía ignaciana y el enfoque de derechos humanos.
Presentó experiencias vinculadas a salud mental, educación sexual integral, prácticas de crianza y deporte comunitario, mostrando cómo los estudiantes pueden desarrollar intervenciones con sentido humano, ético y contextual. Su propuesta hizo énfasis en la construcción colectiva del conocimiento y en procesos de devolución participativa que fortalecen la autonomía, la corresponsabilidad y el aprendizaje significativo.