
El Instituto de Investigación y Políticas Educativas (IIPE) de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) y DVV International realizaron la socialización del estudio Aprendizajes que liberan: educación, cultura y dignidad tras los muros, como parte de la campaña #TodaTuVida, que busca el reconocimiento de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) en el Perú.
El evento congregó a especialistas y actores clave del ecosistema penitenciario: INPE, MINJUSDH, PRONACEJ y la academia, para dialogar sobre los avances y desafíos de la transformación del sistema penitenciario en Lima Metropolitana, destacando la educación y el arte como pilares de dignificación y reintegración social.
Un espacio que visibilizó iniciativas formativas y productivas
La jornada inició con una exposición de artesanías y pinturas elaboradas en el marco de Cárceles Productivas y PRONACEJ, resaltando el potencial creativo y laboral de estos programas.

En las palabras de bienvenida, participaron Rafael Fernández Hart SJ, rector de la UARM, Emilio Iván Paredes, presidente del Consejo Nacional Penitenciario – INPE, y Jimena Chávez, directora de DVV International, quienes coincidieron en que la educación es un derecho fundamental y un proceso liberador que, junto con el arte, puede convertirse en un ancla para reconstruir la identidad, la autoestima y la esperanza de las personas privadas de libertad.
Bloque I – Más allá de los muros: claves para una reinserción restaurativa

Bajo la moderación del profesor Alonso Cárdenas de la UARM, especialistas del INPE, PRONACEJ, MINJUSDH y la academia analizaron las principales barreras y oportunidades para convertir los centros penitenciarios en espacios de reintegración.
Los panelistas Aníbal Martel Andrade (INPE), Alessandra Cruz Rojas (PRONACEJ) Beyker Chamorro López (MINJUSDH), y Gonzalo Falla Carrillo (UNMSM) coincidieron en que el hacinamiento es la mayor limitante para la resocialización y constituye una vulneración grave de derechos.
A pesar de esta problemática, remarcaron el impacto decisivo de la educación básica en la reducción de la reincidencia, así como la necesidad de un modelo multisistémico que involucre a la familia, la comunidad y los docentes. También enfatizaron la urgencia de invertir en infraestructura penitenciaria y en la formación especializada de educadores, clave para atender a poblaciones vulnerables como mujeres y niños que viven en los penales.
Bloque II – Arte, educación y reinserción

Integrantes de la Asociación Segunda Función, liderados por Yashim Bahamonde, presentaron fragmentos de Lurigancho, el musical y compartieron testimonios que evidenciaron el poder transformador del arte.
Juan Pablo Mejía, Victoria Quispe y Hugo Velázquez relataron cómo el teatro les permitió reconstruir su autoestima, procesar vivencias y recuperar un propósito vital. Sus experiencias demostraron que el arte y la cultura son herramientas poderosas para la reinserción social, capaces de generar vínculos comunitarios y de mostrar que las personas privadas de libertad tienen capacidades que trascienden su pasado.
Bloque III – Presentación de resultados del estudio de buenas prácticas

El equipo del IIPE–UARM, conformado por Ander Alonso-Pastor y Teresa Mayurí Paca, presentó los hallazgos del estudio sobre estrategias pedagógicas basadas en el arte y la cultura en establecimientos penitenciarios.
Explicaron que el acceso a programas artísticos reduce considerablemente la tasa de reingreso y constituye un factor clave para la seguridad ciudadana. Sin embargo, señalaron que el hacinamiento y la infraestructura insuficiente continúan siendo problemas críticos. Por ello, recomendaron institucionalizar las experiencias exitosas y asegurar su continuidad más allá de los cambios de gestión.
Asimismo, destacaron la importancia de fortalecer la articulación intersectorial, promover oportunidades reales de empleabilidad para los egresados y combatir el estigma social.

En las palabras finales, Rafael Egúsquiza Loayza, director del IIPE–UARM, subrayó que la educación es un derecho fundamental y un camino para recuperar la libertad interna y fortalecer la agencia personal, incluso en contextos de encierro. También remarcó la importancia de articular esfuerzos entre el Estado, la sociedad civil y la academia mediante alianzas sostenibles que garanticen procesos de resocialización digna.
El evento concluyó con un espacio de intercambio, acompañado de un refrigerio preparado por internos de la panificadora San Miguelito, mostrando el impacto real de los programas productivos y su contribución a la reintegración.