
Cada 23 de septiembre, el Perú recuerda el Día Nacional contra la Trata de Personas, una fecha destinada a visibilizar la magnitud de este delito y sus impactos en la vida de miles de personas. Desde el Instituto de Ética y Desarrollo (IED) de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), investigaciones como la realizada por la Dra. Sofía Chacaltana-Cortez y la Lic. Hatsumi Otsu han mostrado cómo esta problemática se entrelaza con dinámicas extractivas en la Amazonía, afectando de manera particular a mujeres y adolescentes reclutadas en regiones andinas como Cusco, Apurímac o Puno, y trasladadas a campamentos de minería ilegal para ser explotadas sexualmente.
Investigación del IED-UARM revela las dinámicas de trata vinculadas a la minería ilegal en Madre de Dios

En Madre de Dios, los enclaves mineros ilegales se han consolidado como epicentros de esta explotación. Allí, la trata no es un fenómeno marginal: constituye un engranaje funcional a la economía del oro ilegal. Los hombres son absorbidos como mano de obra minera en condiciones precarias y de alto riesgo, mientras que las mujeres son captadas mediante engaños o coerción y convertidas en mercancía sexual indispensable para sostener la dinámica de los campamentos.
El estudio “Migration, Extractivism, and Necropolitics in the Peruvian Amazon: The Trafficking of Women in Neo-extractive Enclaves” (en revisión) de la Dra. Chacaltana y la Lic. Otsu, evidencia que los enclaves extractivos en la Amazonía son complejos y presentan dinámicas de género diferenciadas: mientras los hombres suelen ingresar motivados por promesas de empleo y expectativas de progreso económico, las mujeres son frecuentemente captadas mediante engaños, endeudamiento coercitivo o redes de trata que disfrazan la explotación sexual bajo falsas ofertas laborales.
La investigación documenta que zonas como La Pampa y Huepetuhe funcionan como corredores criminales de trata, donde el traslado de mujeres es tan planificado como el ingreso de insumos para la extracción de oro. En estos contextos, los cuerpos femeninos se convierten en recursos indispensables para sostener la vida social y económica del enclave, al mismo nivel que el mineral extraído de la tierra.
Frente a esta realidad, el IED-UARM reafirma su compromiso de producir conocimiento crítico que ilumine las conexiones entre desigualdad de género, migración forzada y crisis climática. Investigar y visibilizar estas dinámicas es un paso esencial para exigir políticas públicas que enfrenten las raíces estructurales de la trata: la expansión de economías ilegales, la ausencia de control estatal y la normalización de la violencia contra las mujeres.
Si conoces o sospechas de un caso de trata de personas, recuerda que el Ministerio del Interior (MININTER) pone a disposición la Central Única de Denuncias, a la que puedes llamar gratuitamente al 1818, disponible las 24 horas. Denunciar es proteger. ¡Tu acción puede salvar una vida! |